Thursday, May 14, 2020

CHARACTER COUNTS - La cigarra y la hormiga

La cigarra y la hormiga

Había una vez una cigarra quien sólo quería dedicar las horas del día a cantar 
alegremente debajo de un árbol. No tenía ganas de trabajar, solo le apetecía 
disfrutar de sol y cantar, bailar y jugar. De manera que así pasaba sus días, uno 
tras otro.
Uno de esos días pasó por allí una hormiga que llevaba a cuestas un grano de 
trigo muy grande, tan grande que apenas podía sostenerlo sobre su espalda. Al 
verla, la cigarra se burló de ella y le dijo:
– ¿Adónde vas con tanto peso? ¡Con el buen día que hace y con tanto calor! Se 
está mucho mejor aquí, a la sombra, cantando y jugando. ¿Acaso no quieres 
divertirte?, se rió la cigarra.
- Sra. Cigarra, pronto llegará el invierno, es momento de trabajar y guardar 
alimento suficiente para los días que están por venir. Mejor harías en recoger 
provisiones para el invierno y dejarte de tanta holgazanería – le respondió la 
hormiga, mientras transportaba el grano, atareada.
La cigarra se reía y seguía cantando sin hacer caso al consejo de la hormiga. 
La hormiga prefirió hacer caso omiso de sus burlas y continuar su camino en 
silencio y fatigada por el esfuerzo. Así, la hormiga pasó todo el verano, 
trabajando y almacenando provisiones para el invierno. Y cada vez que veía 
a la cigarra, ésta se reía y le cantaba alguna canción de aires burlones:
– ¡Qué risa me dan las hormigas cuando van a trabajar! ¡Qué risa me dan las
hormigas porque no pueden jugar!
Así pasó el verano y las temperaturas empezaron a bajar. En ese momento, la 
hormiga dejó de trabajar y se metió en su hormiguero, donde se encontraba 
calentita y tenía comida suficiente para pasar todo el invierno. Entonces, se 
dedicó a jugar y cantar.
Por otra parte, el invierno encontró a la cigarra debajo del mismo árbol, sin casa 
y sin comida. No tenía nada para comer y estaba helada de frío. Fue entonces
que se lamentó no haber escuchado los consejos de la pequeña hormiguita. 
Apenada por haber sido tan holgazana y necia. A partir de entonces, la cigarra 
aprendió a no reírse del trabajo de los demás, a esforzarse y trabajar para
conseguir todo lo que necesitaba.

MORALEJA: Trabaja hoy para conseguir lo que puedas necesitar mañana.




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